jueves, 16 de enero de 2014

ESPLENDOR ARTÍSTICO EN LA AZULEJERÍA DE LAS ESTAÇÕES FERROVIÁRIAS
Llegamos a veces a estaciones ferroviarias que son todo un mundo de desolación; desapacibles, impersonales, laberínticas. Y vamos en otras ocasiones a destinos que ofrecen ante nuestros ojos un mundo de belleza, brillo y color, al tiempo que nos dan cumplida información de lo que nos espera en el lugar que representan.
Es éste último el caso de tantas estaciones y apeaderos de Portugal, que en la Raya/Raia tienen una rica representación, incluso en aquellas que ya dejaron de prestar su servicio de transporte, pero siguen haciendo esta labor divulgativa y artística con su estimable azulejería.
En las paredes de los inmuebles e incluso también en sus interiores, despliegan ese mundo mágico, insuperable, que ha sabido enriquecer iglesias, palacios, jardines, mobiliario urbano… por toda su geografía, y que en las estaciones pasa muchas veces inadvertido para el turista de urgencias, pero que bien merece un recorrido de excursión reposada y compartida.
Es lo que la pasada semana organizó, con gran acierto, el grupo extremeño ARQUEONATUREX (con exitoso “muro” en facebook) y la “Associação Projecto Raia Alentejana”, que mantienen con tesón Luis Lobato de Faria y Eunice Gomes, especialistas entusiastas de nuestros tesoros rayanos.
Factible ruta para todos: Elvas-Vila Viçosa-Estremoz-Évora. Dos estaciones en uso: la primera y la última. Las otras, dos testigos mudos de un antiguo esplendor ligado al transporte del magnífico mármol de la zona, que ya han pasado a ser Museo del Mármol la primera y edificio artístico urbano la segunda.
Los azulejos de la Estação de Elvas son -como es común- de figuración tradicionalista, plasmando monumentos de la población y la región, elaborados por el pintor y ceramista Leopoldo Battistini (1865-1936), con orla sinuosa neobarroca en blanco y dorado e interior en las más variadas gamas de azul. Consigue en ellos una profundidad increíble, que en la representación del Acueducto de Amoreira, la colina y Forte da Graça, así como las murallas y fosos urbanos, cobra una dimensión monumental.
El caso de Vila Viçosa es otro magnífico ejemplo de azulejería de principios del siglo XX, cuya elaboración parece ser que fue puntualmente revisada por el rey D. Carlos I (1863-1908). A diferencia de la anterior, la orla neobarroca de los paneles -más profusa en motivos vegetales- no utiliza otro color que el mismo azul del interior, con gran alarde de sombreados. Las escenas de labores agroganaderas, los extraordinarios monumentos de la ciudad,  recorren como gigantesco friso las paredes exteriores; destacando también la constancia histórica de la Guerra de Restauração contra el dominio español (1640-1668), impulsada por el Duque de Bragança, que desde Vila Viçosa partiría hacia Lisboa para ocupar el trono.
Estremoz -esta otra estación ya “sin tren”- vuelve a la policromía, con más aparatosidad en los adornos exteriores alrededor de los motivos centrales, destacando grandes búcaros con flores y frutos. También desenvuelven escenas campestres y representan monumentos urbanos, con primorosos matices dentro de un azul siempre brillante. Su autor es el célebre acuarelista y ceramista Alves de Sá (1878-1972), que los realizó en 1940; tanto en esta estación de Estremoz como en la de Vilar Formoso -igualmente de su autoría, en la frontera entre Ciudad Rodrigo y Almeida-, estamos ante uno de los conjuntos de azulejería del siglo XX de mayor calidad de Portugal. ¡Lástima que en este caso hayan tenido que proteger los paneles con mamparas de metacrilato a causa del vandalismo y el robo que ya han padecido, lo que resta valor al entorpecer la visión de la viveza de los colores y la apreciación del conjunto, interrumpida por traviesas de aluminio.
Por último, en Évora, podemos disfrutar  de otro de los conjuntos de azulejería en estación ferroviaria más importantes de todo el país, realizado por Jorge Colaço (1868-1942), célebre “azulejerista”, al que se deben obras de gran valor como buena parte de la Casa do Alentejo en Lisboa (Palacio de Alverca), el Hotel de Buçaco, la estación de S. Bento de Porto y las de Castelo de Vide y Marvão, así como otros distribuidas por todo el mundo, como el Castillo de Windsor en Inglaterra o el antiguo Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra. El encanto de sus composiciones -también de motivos profesionales campesinos, monumentos urbanos y hechos históricos- son de un preciosismo apabullante. Encuadradas en marco cerámico verde y floreado polícromo en ángulos y separaciones, el azul y el blanco se combinan en juego mágico de matices, consiguiendo una sensación de volumen y movimiento imposible de superar.

Magnífica excursión, por tanto, para un día, que puede completarse con el “refuerzo culinario” de la zona. En esta ocasión, lo redondeamos en la Adega do alentejano, tradicional bodega donde la sopa de tomate, la açorda á aletajana, los pezinhos de coentrada, los lombinhos de porco preto na brasa, la carne de porco con ameijoas… se complementan con el vino tinto y denso de la tierra,así como los postres caseros que invitan a proseguir con fuerzas renovadas la ruta das estações de caminhos de ferro de nuestra Raya/Raia.

7 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Há menos de um ano visitamos Alegrete, Portagem e Marvão. Não pude deixar de levar os amigos do Caminhadas à estação ferroviária da Beirã-Marvão, que foi porta de entrada em Portugal, durante décadas, através do Lusitânia-Expresso. Aliás, o revestimento azulejar de finais da década de 30, testemunha a importância que a estação tinha para o nascimento do turismo em Portugal. Muitas histórias se poderiam contar sobre a estação da Beirã, mas naquele dia temi pelo abandono e ostracismo de uma das mais belas estações ferroviárias portuguesas, Os combóios tinham deixado há meses de passar por ali - a ameaça terrível do vandalismo dava os primeiros sinais. Mas, acabei de saber que a estação regressou ao turismo, convidando agora não à passagem, mas à estadia. Ainda bem ....
    https://www.facebook.com/Train.Spot.Guesthouse?fref=ts

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Obrigado, Diamantino, pela informação. Gostaria de fazer um percurso juntos pela azulejería das estações ferroviárias, e tambén de Lisboa, e de Setúbal. Um abraço.

      Eliminar
    2. No distrito de Setúbal, apenas três estações estão decoradas com painéis figurativos - Pinhal Novo (do mesmo autor dos painéis polícromos na entrada no mercado de Setúbal, João Rosa Rodrigues), Santiago de Cacém e Sines, já desativadas, e de autoria de um pintor de biografia muito incompleta, Gilberto Renda.
      Fiz algumas fotos da estação de Pinhal Novo que podes rever neste enlace
      https://www.facebook.com/media/set/?set=oa.247223255325890&type=1
      A estação de Sines ilustra as actividades piscatórias, principalmente.
      Neste outro enlace
      https://www.facebook.com/media/set/?set=oa.384346114947770&type=1

      O mesmo autor volta à temática regional na estação de Santiago do Cacém. Aqui neste enlace ...
      https://www.facebook.com/media/set/?set=oa.368500806532301&type=1

      Moisés, desenhamos um passeio pelas estações de CF portuguesas, quando quiseres. Un abrazo.

      Eliminar
    3. Muito obrigado de novo. Eu estou bem disposto para esse passeio. Tambén para facerlo en Lisboa: Museu de Azulejos-Palacio Fronteira-Casa do Alentejo, como tenho dito em uma entrada anterior de este mesmo blog. E só marcar data por vossa parte.

      Eliminar
  3. Jamás olvidaremos con mi esposa, y nuestras amigas la arquitecta Cánepa y la Doctora Ferreres, esa maravillosa estación de Vilar Formoso, que conocimos gracias a tí. Algo único, como hermoso resabio de una cultura que muestra sus raíces árabes.

    ResponderEliminar