domingo, 20 de marzo de 2016

ESTABA ARDIENDO EL MUNDO
En el 6º Festival Internacional de Poesía y Arte (ver: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2016/03/grito-demujer-asisto-al-6festival.html) presenté un poema recién escrito basado en los tremendos acontecimientos que nos están tocando vivir de guerra y exilio, con las horribles consecuencias de dolor e insolidaridad para con los que buscan un refugio, habiendo perdido su acomodo, familiares, amigos, casa y tierra, ¡todo!
Y me acordé -puesto que dedicábamos el Festival al Grito de Mujer- de aquel tremendo cuadro de Picasso, el Guernica, donde una mujer sostiene en brazos a un niño muerto, mientras levantan su cabeza, dislocado el rostro en un grito de dolor. Y me acordé también del extraordinario soneto de Antonio Machado, dedicado a la muerte del niño herido, que velaba su madre en una noche de brutales bombardeos; el chico deliraba, devorado por la fiebre (“¡Oh!, flor de fuego”, exclama, grita, la madre, preguntándose a la vez: “¿Quién ha de helarte, flor de sangre, dime?”), acabando muerto, mientras “el cristal del balcón repiquetea” (http://www.camino-latino.com/spip.php?article164).
Luego, sí, el exilio de aquella Guerra Civil, tan incivil. Las penalidades de un éxodo mal recibido entonces, como el de estos momentos. El sufrimiento de tantos afectados, entre los que la mujer habría de padecer aún más -en sus carnes, en su integridad, en su dignidad- la cruel vampirización de los que dijeron ser -¡como ahora otra vez!- los “salvadores”.
Vayan, por ello, los versos que ahora siguen.

Me he levantado esta mañana
y estaba ardiendo el mundo.
El fuego consumía las casas y las calles;
arrasaba los campos.
Era como una ola gigantesca;
era como un tsunami
que todo lo devora.
Un tsunami de llamas,
 de calor espantoso,
de lenguas retorcidas, brillantes,
crines enloquecidas que gritaban
como si fueran bocas en su último aliento.
Estaba ardiendo el mundo
y la gran muchedumbre, débil y desvalida,
hacía por apagarlo
con sus tristes escobas de tamujo,
que se ponían a arder también
al mínimo contacto.
El monstruo gigantesco bailaba
retorcía su figura, crepitando,
y unos cuantos vampiros resoplaban
para avivar las llamas,
ganando la partida.

MOISÉS CAYETANO ROSADO

2 comentarios:

  1. Saludos desde La Habana Cuba. Estaba buscando información acerca de la canción Bella ciao, que me recuerda mi infancia y ahora he decidido escribir algo sobre ella. Visité para ello un blog donde reproducen escrito suyo, luego encuentro este blog que me ha parecido excelente. Por eso lo comento. Soy periodista, trabajo para una emisora local de La Habana (la COCO "El Periódico del Aire" y para su sitio web donde ejerzo la función de corrector, editor, realizador de imágenes e infografías, etc.
    Mi nombre es Gilberto González y mi correo gilgongar@rcoco.icrt.cu. Gracias por el blog.

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    1. Muchas gracias. En los Documentos 16 y 34 de este enlace de mi blog: http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/p/paginaprueba.html hay un texto y un conjunto de poemas (respectivamente) míos sobre La Habana, ciudad que siempre me cautiva.
      Un cordial saludo.
      Moisés.

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