martes, 16 de julio de 2019


NUESTRA EMIGRACIÓN  HOY


Cuando los días 21 y 22 de diciembre pasados se celebró en Mérida el “I Congreso Mundial de la Ciudadanía Extremeña en el Exterior”, organizado por la Junta de Extremadura, diversos representantes de asociaciones de emigrantes extremeños quedaron decepcionadas por la escasa atención prestada a la problemática de la emigración extremeña del pasado y el presente, así como a las organizaciones de emigrantes.
Desde la inauguración por un astronauta con ascendientes extremeños a un premiado presentador de televisión americana (de nacencia emeritense) encantadísimo de haberse conocido, que se marcó un show en que únicamente hizo falta que se pusiera a claquear al estilo hollywoodiense, pareciera que queremos ser otra vez aquellos que “triunfaron en América”, ignorando que esa minoría es anecdótica en medio del dolor y los problemas de la emigración forzosa y forzada.
Por ello, con la finalidad de realizar una reflexión sosegada, independiente de los poderes institucionales, pero con vocación de hacerles llegar los debates y conclusiones para una actuación institucional efectiva, hablamos allí mismo algunos de los ponentes y dirigentes asociativos de la emigración de la posibilidad de celebrar un Encuentro de Asociaciones de Emigrantes Extremeños. Pasados ahora cuarenta años del “I Congreso de Emigrantes Extremeños”, celebrado en Cáceres bajo el impulso de las propias asociaciones, nos pareció oportuno hacerlo bajo el título genérico de “Asociaciones Extremeñas en la Emigración, labor del pasado, situación actual y perspectivas de futuro”, en el que el propio movimiento asociativo presentaría las ponencias respectivas a su labor, proyectos y perspectivas, a las que seguirían debates y aportaciones directas.
La Fundación Caja Badajoz -entidad de reconocida solvencia en el campo de la acción social, cultural, asociativa, de amplia proyección pública- aceptó su patrocinio, reservando 50 plazas en su Residencia Universitaria para alojar a los participantes: alojamiento y manutención completos desde la noche del viernes 23 de agosto hasta la mañana del domingo, día 25.
Durante seis meses -de finales de diciembre a finales de junio- hemos estado en contacto asociaciones y federaciones en España y el exterior, para conformar el programa, ponentes y asistentes. Y después de muchos intercambios y… silencios, finalmente no ha habido forma de darle “forma” a lo que parecía un anhelo de muchos, quedando en una aspiración de muy pocos.
¿Por qué? Acaso…
- Porque el tiempo no perdona, y muchos de los dirigentes asociativos ya no tienen el impulso que hace cuarenta años nos llevó a organizar el “I Congreso de Emigrantes Extremeños” en Cáceres, sin medios propios, pero haciendo de la necesidad virtud hasta conseguir suficientes subvenciones y las instalaciones de la Universidad Laboral de Cáceres.
- Porque la renovación asociativa no tiene la fuerza de que se dotó en aquellos tiempos y da para ir moviendo actividades lúdicas y a veces culturales en su entorno, pero sin alcance global.
- Porque tras muchas luchas y derrotas hay una “descreencia” en las posibilidades de la unión y la reivindicación.
- Porque este Encuentro puede ser tomado por las “autoridades” como un enfrentamiento y entonces peligran las más que pírricas ayudas que institucionalmente se les da.
- Porque hemos perdido el tren, otro tren más, de los proyectos al margen de la oficialidad.
- Porque nos “calentamos” de momento ante lo que creemos injusto, innecesario, “escaparatista”, superficial… pero luego las aguas se remansan.
- Por desencuentro interiores.
- Por desconfianzas exteriores.
En fin, el proyecto se chafó. Pero ahí queda la intención y la constancia de lo que pudo ser y no fuimos capaces de llevar hacia adelante.
Moisés Cayetano Rosado

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