viernes, 25 de abril de 2025

 REVOLUÇÃO DE ABRIL EN PORTUGAL, PROCESO REVOLUCIONARIO Y RECONDUCCIÓN

MOISÉS CAYETANO ROSADO

Si 2024 fue el año de conmemoración del 50 aniversario de la Revolução dos Cravos de Portugal, en el actual aún asistimos a los “rescoldos” de la celebración del medio siglo de aquel glorioso 25 de abril en que unos jóvenes militares derrumbaron una dictadura colonialista, con el apoyo masivo del pueblo en las calles.

Pero este año, además, nos recuerda lo que en 1975 fue un proceso revolucionario, tras un intento involucionista del general Spínola el 11 de marzo de 1975. A lo largo de más de ocho meses (hasta la reconducción, también militar, del 25 de noviembre) se realizaron profundos cambios legislativos y actuaciones de hecho en cuanto a nacionalizaciones de medios de producción, financieros y bancarios, transportes, seguros… y una intensa Reforma/Revolución Agraria, que llevaría a la apropiación por unas 550 Unidades Colectivas de Producción de casi 1.200.000 hectáreas, principalmente en el centro y sur de Alentejo.

Así, la Revolução dos Cravos fue esencialmente un Golpe militar glorioso, secundado masivamente por el pueblo, al que siguió un periodo convulso, con disensiones internas y triunfo a partir de marzo de 1975 del ala más progresista del Ejército y los sectores sociales, sindicales y políticos más revolucionarios. Hasta noviembre tenemos que hablar de una auténtica Revolução socializante (conocida como Processo Revolucionário em Curso), nuevamente convulsa, que sería radicalmente defenestrada por los sectores más moderados de los militares, la socialdemocracia y la derecha política.

A partir de noviembre de ese año se da una Recondução que significará reprivatización de los sectores nacionalizados y anulación de las incautaciones colectivas de tierra, a pesar de que ambas cuestiones las consagra la Constituição de 2 de Abril de 1976. Al mismo tiempo, habrá una especie de “caza de brujas” con respecto a los propios militares, incluidos los “moderadamente progresistas”.

Militares de primera línea van a sufrir un proceso injusto y  doloroso. El coronel Melo Antunes, considerado el principal ideólogo del Programa del Movimento das Forças Armadas, denuncia que se asistió a una recuperação paulatina pela direita militar, que nunca tinha dado a cara, e do afastamento progressivo dos mais identificados com o 25 de Abril de 1974. El también coronel Sousa e Castro, destacado miembro del Conselho da Revolução, escribe: Muito desses militares foram “trucidados” na praça pública mediática, com o apoio de centrais de informação que dominavam revanchisticamente nos Estados Maiores. Y el general Pezart Correia, que fue Gobernador Militar de Alentejo en 1975, declara: Os militares que mais beneficiaram nas suas carreiras com o golpe de Estado dos capitães foram os que com mais reserva receveram a democracia.

El mítico Capitão de Abril Fernando Salgueiro Maia, considerado uno de los mayores héroes de la Revolução, exclamaba diez años después de los hechos memorables: muitos pagam o idealismo e generosidade dos Capitães de Abril com a corrupção, a incompetência, o compadrio, o circo do Poder. En su testamento expresó la voluntad de que en su funeral solamente estuvieran presentes sus amigos, y temiendo que asistieran “personalidades oportunistas” indicó que se cantaran Grândola, Vila Morena, el emblemático himno de la Revolução. Como señalaría el coronel Vasco Lourenço -otro gran estratega de la hazaña y amigo suyo, igualmente relegado-, lo pidió así para forçá-los a cantar ou pelo menos ouvir cantar.

No menos maltratados serían otros héroes como el entonces capitão-tenente de Marina, Carlos Almada Contreiras (quien había sugerido Grândola, Vila Morena, como señal de comienzo de las operaciones del 25 de Abril) o el capitán Diniz de Almeida (que hizo frente triunfalmente en marzo a los paracaidistas adeptos a Spínola en el Regimento de Artilharia Ligeira de Lisboa), encarcelados en ese fatídico noviembre; el coronel Varela Gomes o el capitán Durán Clemente, que tuvieron que marchar al exilio, tras un trabajo admirable en la 5ª Divisão do Movimento das Forças Armadas, o el capitán João Andrade da Silva (de fuerte protagonismo militar en la Reforma Agraria de 1975), apartado/exiliado en Madeira.

Lograda en 1976 la reconducción al “modelo democrático occidental”, los sucesos de 1975 son dignos de reflexión y consideración en este “Cincuenta Aniversario del Processo Revolucionário” para estudiar el “fracaso de las utopías” y la desconsideración hacia quienes lo arriesgan todo para la obtención del bien general.

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