LAS MUJERES DE ABRIL
Estamos a ocho días del 25 de Abril, fecha emblemática para Portugal: la de la Revolução dos Cravos de 1974. La que sembró de esperanzas el suelo calcinado de un país que se desangraba en guerra coloniales trasnochadas; que se llevaba al moridero a su juventud en las selvas africanas y consumía el presupuesto económico de un estado que rozaba la miseria.
Siempre me ha fascinado ese desenvolvimiento revolucionario que sembró de esperanza los corazones de la inmensa mayoría de los portugueses. Y siempre me ha intrigado el proceso que siguió en el año medio de reformas contundentes a que dio lugar: nacionalizaciones de bancos, transportes, empresas industriales... y la mítica Reforma Agraria. De todo ello he escrito con cierta abundancia en artículo, ensayos y libros. Pero hoy quiero traer aquí, como anuncio del recuerdo en el que insistiré en estos días, un poema de mi libro SIEMPRE ABRIL, que se puede "bajar" completo del Documento 33 de los Archivos adjuntos de este blog: un retrato de LAS MUJERES DE ABRIL, luchadoras por un mundo mejor, combativas, ejemplares, tantas veces desencantadas, vueltas a ilusionar y en ocasiones ¡tan vencidas! Vaya aquí mi homenaje:
LAS MUJERES
DE ABRIL.
Todos las
vimos.
Unas eran
sarmientos, sombras
esperando en
las puertas de sus casas
el paso de la
nada;
soportaron
hambrunas sucesivas
y el palo
amenazante, las húmedas
paredes
cavernosas.
Otras aún
sostenían las azadas
y doblaban su
vida
por un poco de
aliento contenido,
por la
esperanza vaga de un mañana.
Las que
brotaban todavía como tallos en flor
pensaban en la
huída, no querían
acumular los
lutos presentidos.
Pero sus
gritos fueron más profundos,
el coraje estallando
con más fuerza
no por sí, por
aquellos que venían,
por los niños
febriles que arrastraban
desde su
vientre repetido,
desde sus
manos siempre tan vacías.
Abril fue la explosión,
y los claveles
una señal de fuego
que cortaba
alambradas y daba paso abierto
a una vida de
siembra compartida.
Moisés Cayetano Rosado
Saludos extremeñamente cordiales, mi estimado amigo Moisés,acabo de leer tu tristemente bello y desgarrador poema en verso libre sobre esas valientes mujeres campesinas del país vecino, que me ha impresionado y encantado tanto por su doloroso contenido como por su continente, con sus bellas e impactantes imágenes... Y, como hoy es el día de la lucha campesina, quiero contribuir con mi "lírico granito de arena" a esta lucha por lo que me toca (soy hijo de un campesino extremeño).Felicidades por tu hermoso poema-denuncia. Un abrazo extremeñamente fraterno.
ResponderEliminarWenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona
EL LABRADOR Y EL "GUSANO"
Como una humilde y diminuta hormiga,
te entregas al trabajo cotidiano
y luchas con la tierra mano a mano
buscando la victoria de la espiga.
No te inquieta el sudor ni la fatiga,
ni la ardiente guantada del verano;
te preocupa esa clase de gusano
que engorda con sudores su barriga.
Es voraz e insaciable el apetito
de ese bicho parásito y maldito
que arruina tu esperanza y tu cosecha.
Y,de tanto chupar,se ensucia tanto
que se lava las manos con tu llanto
y todo lo que es tuyo lo aprovecha.
Wenceslao Mohedas Ramos