miércoles, 4 de abril de 2012

Terça-feira, 3 de Abril de 2012
VIAJE POR LA RAYA ABALUARTADA LUSOESPAÑOLA

Por Moisés Cayetano Rosado

        Partiendo de Baiona, en Galicia, es delicioso bajar por la Raya lusoespañola, admirando fortificaciones abaluartadas -“a la moderna”-, hacia Castro Marim (Algarve); de la desembocadura del Minho, que despedimos en Caminha, hasta la salida al mar del río Guadiana.

        Invita el viaje a un zig-zag: Vila Nova de Cerveira y Tomiño en España, Valença do Minho y Monção en Portugal, dando otro salto fronterizo a Salvatierra. Todas poblaciones fortificadas que, por las luchas de los siglos XVII, XVIII y XIX, se acorazaron contra una artillería cada vez más potente. Y así continuamos desde Minho hasta Tras-os-Montes: a Lindoso sucede Chaves, desde donde saltar otra vez a Galicia para admirar Monterrei.

        Más abajo, me gusta detenerme en Almeida (con parada antes en Castelo Rodrigo, y posterior en Castelo Mendo, medievales) -Beira Interior- desde donde paso a Castilla-León: San Felices de los Gallegos, Fuerte de la Concepción (Aldea del Obispo) y Ciudad Rodrigo; paisaje recio, fortificaciones “modernas” del más alto nivel. Ejércitos españoles, portugueses, ingleses y franceses, supieron de la resistencia de sus muros.

        Y de ahí al Alentejo (aunque ¡quien se resiste a las medievales Monsanto, Penha García, Idanha-a-Velha…!): Castelo de Vide y Marvão más Crato y Portalegre frente a las extremeñas Valencia de Alcántara; más arriba la “romana, medieval y barroca” Alcántara, y muy cerca Brozas; al sureste, Alburquerque.

        Si seguimos, nos aparecen Crato, Arronches, Campo Maior, de espectacular castillo, que completa al norte su freguesía de Ouguela. Enseguida, al sur, una “joya de la corona”: Elvas, enfrentada tantas veces a su cercana, hoy tan hermanada, Badajoz: alarde abaluartado (ya sabemos: muros gruesos e inclinados, protegidos por flechas amuralladas -revellines-; salientes pentagonales para ofrecer ofensiva de fuego cruzado; glacis, fuertes exteriores, fortines…). A retaguardia: Vila Viçosa, Estremoz y Évora.
   
        Seguimos: Juromenha -cola de Alqueva-; enfrente Olivenza/Olivença, querida y añorada. Enseguida Monsaraz y Mourão: ¡qué espectacular desde ellas el barragem de Alqueva! Paralelo, imponente castillo en Alconchel, con refuerzos de la Edad Moderna.

        La Raya no da respiro: fortalezas perfeccionas hasta límites admirables de la ciencia constructiva, matemática, defensiva, artística, monumental… Ya al sur -en Andalucía- Paymogo, Sanlúcar de Guadiana (frente a la admirable Alcoutim)… y ese remate lujoso de Castro Marim (extraordinario Forte de S. Sebastião, magníficas murallas y envidiable castillo medieval) con el Forte de Cabanas de Tavira al suroeste, al que acompañan de cerca otros más, como la Fortaleza de Cacela Velha o el Forte de Rato, en Tavira.

        No existe otro espacio en el mundo que ofrezca conjunto tan nutrido, original, ejemplar por lo que supuso para otras actuaciones en distintas latitudes, y que responda a un “relato” tan extenso: con base en la lejanía de la antigüedad, se consolida en el Medievo y adquiere originalidad inigualable en la Edad Moderna, que remata el siglo XIX.

        Raya fortificada, abaluartados que aspiran a la calificación por la UNESCO de Patrimonio de la Humanidad. Pocos conjuntos con tantos méritos para conseguirlo: por el valor artístico de cada uno; por lo monumental del conjunto; por la lectura histórica transfronteriza de 300 años de enfrentamientos felizmente resueltos.

http://aviagemdosargonautas.blogs.sapo.pt/

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