viernes, 21 de octubre de 2016

CURSO DE POSTGRADO DE LA UNIVERSIDAD DE MAYORES DE EXTREMADURA. BADAJOZ.
He tenido el honor y la satisfacción de impartir en la tarde del jueves 20 de octubre una "lección" sobre las "Fortificaciones en la Raya luso-española. Castillos y fortalezas abaluartadas"ante más de 200 alumnos del Curso de Postgrado de la Universidad de Mayores de Extremadura, en su sede de Badajoz.
Va a continuación una imagen del contexto histórico del que hablé y un resumen de la red fortificada que presenté.
LA RED FORTIFICADA LUSO-ESPAÑOLA
Dotadas de gran belleza artística, aunque no fuera éste el objetivo de su construcción -al contrario de lo que suele perseguir la arquitectura religiosa o civil-, las fortificaciones de la Rayas son un complejísimo sistema constructivo de enormes consistencia, grosor y resistencia. Auténtica obra maestra del genio creativo humano, que en este caso se muestra no como singularidad sino como nutrido conjunto a lo largo de 1.300 kilómetros de frontera.
Podemos presentar la siguiente relación indicativa, testimonio excepcional de una amplia etapa histórica, como “escudos” ante los asedios y como “maquinarias” enfrentadas cual botón y ojal unas a otras a lo largo de la Raya, formando réplicas de la que enfrente tienen, a la hora de salvaguardar el territorio. El que un gran número conserve en buena parte la integridad de los elementos básicos de defensa y se mantenga la autenticidad del patrimonio construido sitúa a este macroconjunto en una posición privilegiada a la hora de poder ser catalogado como Patrimonio de la Humanidad.
Conjunto de Galicia-Minho.
En el norte, entre la Galicia española y el Minho portugués, destacan: Valença do Minho-Monção-Salvatierra de Miño; portuguesas las dos primeras y española la última fortificación, en el curso bajo, fronterizo, del río Miño, a cuyos pies se asientan, despuntan de entre todas.
Valença es una fortaleza doble -gigantesca corona con base de semibaluartes y cuerpo alargado de siete baluartes de distinta forma y grosor- , unida por estrecha garganta, que le da una singularidad excepcional.
A éstas hay que unir, fundamentalmente, Baiona y Tomiño -al oeste de Valença, de norte a sur, hasta la Raya-, en la parte española, y Vila Nova de Cerveira y Caminha, también al oeste, con buena disposición la primera -como le ocurre a Bayona- para la defensa del Océano Atlántico, por su carácter costero. El fuerte de Lindoso, al sureste, en tierras de Portugal, cubre la frontera del río Lima.

Conjunto de Trás-os-Montes/Castilla-León.
Al oeste de la provincia de Zamora y el noroeste de Portugal (Trás-os-Montes), aparece el segundo grupo: Chaves y Bragança en Portugal, y Puebla de Sanabria en España, destacan por sus conjunto medievales y modernos, a la que tenemos que unir la española Monterrei, que se enfrenta con Chaves, como las otras dos las hacen entre sí.
Todas ellas notables maquinarias defensivas, aunque el caso de Chaves es excepcional, pues además de un portentoso castillo medieval y envoltura abaluartada, como las demás, presenta dos extraordinarios fuertes, uno como ciudadela de la propia muralla moderna y uno más por encima de ella, de notables dimensiones.

Conjunto Beira-Castilla y León.
Bajando a la portuguesa Beira y Castilla-León española, nos encontramos con: Almeida-Aldea del Obispo-Ciudad Rodrigo; portuguesa la primera fortificación y española las otras dos (la de Aldea del Obispo es el complejo Fuerte de la Concepción, ligeramente separado de la población, y adelantada hacia Portugal).
Almeida es una de las plazas fortificadas más espectaculares de la Raya, con su forma estrellada, hexagonal, de impresionantes baluartes y un estado de conservación y uso admirables; y no solo por el adecuado tratamiento de sus elementos defensivos del siglo XVII, sino por los edificios militares que conserva en su interior.
Destacamos también, hacia el norte de ésta última, San Felices de los Gallegos, cuyo amurallamiento “a la moderna” envuelve al medieval, algo que ocurre tanto en Ciudad Rodrigo, como en buena parte de las demás poblaciones rayanas abaluartadas.

Los cuatro conjuntos extremeño-alentejanos.
1.Marvão-Castelo de Vide-Valencia de Alcántara, muy próximas entre sí estas dos  fortificaciones portuguesas y la española, destacando las dos primeras entre los picos más altos de la Serra de Marvão; inmediatamente al este se encuentra Valencia. Tienen el complemento hacia el sur de amurallamientos interesantes en Crato y Portalegre; más abajo tenemos Arronches, al sur de la Serra de San Mamede. Hacia el noreste de todo este conjunto se halla Alcántara, en España, cuyo puente romano es una de las vías de paso fundamentales de la frontera.
2. Elvas-Campo Maior-Badajoz continúan la serie, más abajo, en la importante vía natural Madrid-Lisboa, teniendo la freguesía campomaiorense de Ouguela otra fortificación reseñable, al norte, “vigilada” por la española Alburquerque, más al norte todavía, pero a la vista una de otra.
Elvas -declarada Patrimonio de la Humanidad en julio de 2012 por su guarnición fronteriza y fortificaciones- es un ejemplo admirable por lo completo, complejo, íntegro y auténtico de su conjunto: a su enorme fortificación de origen musulmán se unen dos fuertes del siglo XVII (el de Santa Luzia) y XVIII (da Graça), tres fortines, múltiples cuarteles militares, varios polvorines, casa de barcas, hospitales, diversas cisternas para acumular agua en los asedios, etc.
3. Estremoz-Juromenha-Olivenza, debajo del anterior, con Vila Viçosa entre los dos primeros y Évora al suroeste del grupo, forman el siguiente subgrupo. Todos con sus castillos medievales en el interior.
Entre Estremoz y Évora, Evoramonte es una plaza muy bien fortificada en el Medievo, con castillo artillado de comienzos del siglo XVI, que junto al de Vila Viçosa constituyen un ejemplo sin par de las fortificaciones renacentistas.
4. Monsaraz-Mourão-Alconchel forman el último conjunto alentejano-extremeño, si bien las fortificaciones de las dos portuguesas son más amplias e imponentes que la española, limitada a su castillo roquero. Las tres “ciñen” sus respectivos castillos medievales.

La línea del Algarve-Andalucía.
Castro Marim-Alcoutim-Sanlúcar de Guadiana. Portuguesa, casi en la desembocadura del Guadiana la primera; más al norte, aguas arriba del río, también de Portugal la segunda y enfrente de ella la española Sanlúcar. Antes,  al norte andaluz y frente a los últimos territorios alentejanos, se encuentra el fuerte de Paymogo.
La costa algarvía presenta otro rosario de fortificaciones, vigilando el Océano Atlántico. Inmediato a la desembocadura del Guadiana, al oeste, tenemos la fortaleza de Cacela Velha (utilizado como puesto de vigilancia actual por la Guardia Marítima); el Forte de São João da Barra, de Cabanas de Tavira  (propiedad particular, con uso hotelero), y el Forte do Rato, de Tavira. A ellas siguen otras construcciones abaluartadas costeras no propiamente fronterizas o de relativa defensa de la Raya, hasta la punta de S. Vicente.
MOISÉS CAYETANO ROSADO
Doctor en Geografía e Historia

No hay comentarios:

Publicar un comentario