DOCUMENTO 4. Cuantificación de la emigración extremeña (1940-2005)
En este cuarto "Archivo adjunto" que ahora invito a visitar se hace un recorrido por la etapa básica de la emigración extremeña, sus precedentes y consecuencias espacio-temporales, socio-económicas y familiares.
Si bien hasta 1955 no empiezan las salidas migratorias de importancia, ya acabada la Guerra Civil comienzan las primeras demandas, solicitando salir de nuevo a Hispanoamérica y después a las zonas de primera oleada industrializadora. En 1960, firmados los convenios bilaterales con los países más industrializados de Europa, se reiniciará la emigración exterior.
En los años del "desarrollismo español" (1961-1975), más de 650.000 extremeños dejarán su tierra para instalarse fuera: Madrid (unos 250.000), Cataluña (160.000) y País Vasco (100.000) principalmente en el interior, y más de 80.000 con destino sobre todo a Alemania, Francia y Suiza.
La crisis energética mundial de 1973 corta la sangría, y al recrudecerse en 1979 propiciará tímidos retornos a una tierra que no creó condiciones para ello, manteniéndose en el atraso agro-ganadero, latifundista, secular.
Así, los años ochenta y noventa apenas verán cambios demográficos significativos, manteniéndose la pérdida de más del 40% de la población que había en 1960, agravado ello por ser la que salió formada por jóvenes en la mejor edad de producir y de protagonizar el reemplazo poblacional, con sus hijos.
Va a terminar el siglo teniendo Extremadura 1.100.000 habitantes dentro y 800.000 fuera, que unido a sus descendientes suman más que los que en la región permanecen. Unos residentes que conforman una pirámide de edades estrangulada en su centro y base; ancha por su altura, envejecida.
Los comienzos del siglo XXI, por contra, verán la llegada de inmigrantes procedentes del Norte de África, Europa del Este y Latinoamérica, a pesar de la falta de desarrollo regional. Vendrán atraídos por el auge de la construcción civil y las faenas agrícolas de temporada (frutas, vendimia, aceituna, nuevos cultivos en regadío), a pesar de los bajos sueldos y la poca seguridad del empleo, que disuaden a los emigrantes extremeños del retorno. Retorno también dificultado porque los hijos (segunda generación) han conformado su vida y familia fuera, perdiendo el arraigo de sus antecesores.
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