La guerra de la Independencia en Badajoz: fuentes
francesas
Edición y
traducción: Fernando Valdés Fernández.
Edita: Departamento
de Publicaciones de la Diputación de Badajoz. 2012.
Fernando Valdés, además de un reputado
arqueólogo, es un estudioso entusiasmado de la Guerra de la Independencia, como
demostró con su libro “La Guerra de la Independencia en Badajoz”, editado por
la Diputación Provincial en 2003, habiendo preparado también la edición
española completa de las memorias peninsulares del mariscal Soult, para la
editorial Polifemo, de Madrid, en 2010.
Surge ahora este nuevo volumen por la
excavación de una fosa común con soldados al servicio de Francia, muertos en el
asalto inglés a Badajoz de 7 de abril de 1812, al querer documentar la
publicación de los hallazgos.
El libro, de 224 páginas, consta de una
Introducción del autor, dos partes traducidas de los relatos de sendos
coroneles de ingenieros -francés (Lamare) e inglés (Jones)-, presentes y
protagonistas de los acontecimientos, apéndice biográfico de los principales
protagonistas de las contiendas e índice topográfico y onomástico.
En la introducción, Fernando Valdés desgrana el
sentido de los relatos militares que a continuación publica, resumiendo las
intencionalidades de cada uno de ellos, que en el fondo son justificativos de
la actuación de sus respectivos ejércitos, si bien el inglés no ahorra veladas
críticas a sus superiores, y en concreto al general Wellington.
La “Relación de la segunda defensa, en 1812, de
la Plaza de Badajoz, en España, por las tropas francesas del ejército del Mediodía
contra el ejército anglo-portugués”, es el primero de los dos documentos
traducidos. Está escrito por el coronel de ingenieros Jean-Baptiste Lamare,
director de fortificaciones, y -como se señala en la introducción- es la
primera de las dos obras que escribió sobre el mismo tema. Solo trata del
asedio sufrido por la guarnición francesa de Badajoz, entre marzo y abril de
1812: aunque lo llame “el segundo”, en realidad fue el tercero, estando
separados los dos primeros por la batalla de La Albuera.
Es un breve relato de poco más de 30 páginas,
muy bien escrito, apasionado, vibrante, como una especie de novela bélica donde
pone de relieve el valor de los defensores de la plaza y su irremediable caída
ante la superioridad inglesa, acompañado de un magnífico plano de los ataques. Después, al no ser suficientemente aceptada su
justificación, hace un relato más pormenorizado de todos los acontecimientos en
la ocupación de nuestra zona rayana en un trabajo de más de 200 páginas, que
Enrique Segura tradujo y publicó en esta Revista de Estudios Extremeños entre
1933 y 1934 (en cuatro números consecutivos): “Relación de los sitios y
defensas de Olivenza, Badajoz y Campo Mayor entre 1811y 1812, por las tropas
francesas del Mediodía en España”.
El trabajo de M. John T. Jones, entonces
teniente coronel de los Ingenieros Reales, de 140 páginas, está extraído de su
“Diario de los asedios en España durante 1811 y 1812”, seguidos de dos
discursos sobre la organización de los ejércitos ingleses, y sobre el modo de
perfeccionarla, y 27 notas técnicas en su mayoría sobre elementos bélicos de
ataque y defensa. Trabajo muy elaborado, detallista, que también justifica la
derrota sufrida en abril de 1812, por la falta de efectivos militares de
defensa, tanto humanos como técnicos, así como pone en tela de juicio los
anteriores asedios (no solo a Badajoz, sino también a Ciudad Rodrigo). Se
acompaña de cuatro planos explicativos extraordinarios: uno de Badajoz y su
entorno, de 1811; otro más de detalle de la ciudad y sus elementos fortificados
exteriores, de 1812; otro más de los ataques en la zona del Fuerte de la
Picuriña, Revellín de San Roque y baluartes de San Pedro, Trinidad, Santa María
y Trinidad (1812), y el final de detalles del Fuerte de la Picuriña, y brechas en bastiones de San Vicente y Santa
María y brecha en Ciudad Rodrigo, en perfiles.
El conjunto resulta un libro aleccionador.
Resulta interesante leer la opinión de los vencidos, que relatan con mesura,
claridad e incluso amenidad sus fatigas y derrota, sorprendiendo la calidad
literaria de lo narrado por unos hombres “de armas” de gran consideración entre
amigos y enemigos.
MOISÉS
CAYETANO ROSADO
Revista
Estudios Extremeños. Número II. 2012
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