martes, 22 de enero de 2013


PRIMERA PROMOCIÓN DE PROFESORES DE EGB

Era el año 1974 y tras una sequía de varios años sin oposiciones al Cuerpo de Maestros de Primera Enseñanza, se convocaron por fin, y concurrimos a riadas para -creo recordar- la extraordinaria cifra de 10.000 vacantes.
Ochenta y nueve conseguimos plaza en Badajoz. Y estamos ahí, en esa fotografía circular (rectangular para los miembros del Tribunal calificador), con nuestros veinte y pocos años casi todos. Algunos con el pelado proveniente aún del Servicio Militar Obligatorio y muchos con el “pelo de la dehesa”. Maestros hechos en nuestros pueblos azotados por la emigración, de la que muchos provenían, con la esperanza de un regreso funcionarial, seguro. Maestros convertidos en Profesores de Educación General Básica por la Ley General de Educación de 1970, realmente innovadora, tímidamente aperturista, participativa, liberal y prudentemente liberadora.
Como muchos teníamos algunos servicios ya prestados en la enseñanza privada o de maestros interinos, ahora ya cumplimos de sobra los cuarenta años de batallar en las Escuelas o en Institutos de Enseñanza Secundaria (también Universidad), a donde algunos pasamos a medio curriculum profesional.
Ahora, gran número de aquellos jóvenes hemos ido iniciando la retirada de las aulas. De la tiza… y los ordenadores. Del griterío y los sofocos. De la satisfacción de una labor a veces bien aprovechada por los que nos suceden. Por los que ahora batallan en medio de la crisis terrorífica… que nosotros, los que nos iniciamos en aquellos años 72/73/74 del pasado siglo, también conocimos.
La historia parece repetirse. Aquellos años duros, que a tantos dejó en la cuneta, a veces en la marginalidad, y unas salidas ya cerradas a la emigración, son nueva seña de identidad. Y lo más difícil le toca a nuestros últimos alumnos, que han de levantar nuevas banderas, y no contra una decrépita dictadura local como a nosotros nos tocó, sino contra una decadente democracia occidental. No sé quién lo tiene peor. Pero, como se decía en el Portugal de la Revolução dos Cravos (popularizado por los descolonizadores mozambiqueños): “A luta continua”. La lucha continúa, como la vida misma, que a nosotros nos toca vivir ahora desde la retaguardia, pero -¡en forma alguna!- retirados por completo.
Moisés Cayetano Rosado

1 comentario:

  1. Orgullosos podéis estar de vuestra labor. Ese año de 1974 ingresaba yo para hacer primero de carrera, soy de la Tercera Promoción de Profesores de EGB...os veíamos como algo muy lejano, con envidia sana...tiempos duros, no cabe duda...aunque todavía no habéis acabado vuestra labor, sé que la mayoría de vosotros aún podéis aportar mucho a nuestra sociedad...

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