PRIMERA
PROMOCIÓN DE PROFESORES DE EGB
Era el año 1974 y tras una sequía de varios
años sin oposiciones al Cuerpo de Maestros de Primera Enseñanza, se convocaron
por fin, y concurrimos a riadas para -creo recordar- la extraordinaria cifra de
10.000 vacantes.
Ochenta y nueve conseguimos plaza en Badajoz. Y
estamos ahí, en esa fotografía circular (rectangular para los miembros del
Tribunal calificador), con nuestros veinte y pocos años casi todos. Algunos con
el pelado proveniente aún del Servicio Militar Obligatorio y muchos con el
“pelo de la dehesa”. Maestros hechos en nuestros pueblos azotados por la
emigración, de la que muchos provenían, con la esperanza de un regreso
funcionarial, seguro. Maestros convertidos en Profesores de Educación General
Básica por la Ley General de Educación de 1970, realmente innovadora,
tímidamente aperturista, participativa, liberal y prudentemente liberadora.
Como muchos teníamos algunos servicios ya
prestados en la enseñanza privada o de maestros interinos, ahora ya cumplimos
de sobra los cuarenta años de batallar en las Escuelas o en Institutos de
Enseñanza Secundaria (también Universidad), a donde algunos pasamos a medio
curriculum profesional.
Ahora, gran número de aquellos jóvenes hemos
ido iniciando la retirada de las aulas. De la tiza… y los ordenadores. Del
griterío y los sofocos. De la satisfacción de una labor a veces bien
aprovechada por los que nos suceden. Por los que ahora batallan en medio de la
crisis terrorífica… que nosotros, los que nos iniciamos en aquellos años
72/73/74 del pasado siglo, también conocimos.
La historia parece repetirse. Aquellos años
duros, que a tantos dejó en la cuneta, a veces en la marginalidad, y unas
salidas ya cerradas a la emigración, son nueva seña de identidad. Y lo más
difícil le toca a nuestros últimos alumnos, que han de levantar nuevas banderas,
y no contra una decrépita dictadura local como a nosotros nos tocó, sino contra
una decadente democracia occidental. No sé quién lo tiene peor. Pero, como se
decía en el Portugal de la Revolução dos Cravos (popularizado por los
descolonizadores mozambiqueños): “A luta continua”. La lucha continúa, como la
vida misma, que a nosotros nos toca vivir ahora desde la retaguardia, pero -¡en
forma alguna!- retirados por completo.
Moisés Cayetano Rosado
Orgullosos podéis estar de vuestra labor. Ese año de 1974 ingresaba yo para hacer primero de carrera, soy de la Tercera Promoción de Profesores de EGB...os veíamos como algo muy lejano, con envidia sana...tiempos duros, no cabe duda...aunque todavía no habéis acabado vuestra labor, sé que la mayoría de vosotros aún podéis aportar mucho a nuestra sociedad...
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