ESE CAMIÓN
QUE VENÍA PARA LLEVARME
En el 77
aniversario de las terribles matanzas de Badajoz.
Las terribles
matanzas en estos pueblos nuestros,
donde sigue
viva su memoria todavía.
Ya varios años antes de morir, mi abuela
materna vivía con el temor de “ese camión que venía para llevarme”. Mi madre
sigue recordándomelo una semana sí y otra vez a la siguiente, todavía.
Ese camión que le aterrorizó en su iniciada madurez,
cuando paró para coger a su marido, un hombre inquieto, concejal republicano,
tan vilmente asesinado como otros compañeros que ninguna otra cosa hicieron en
el pueblo sino ayudar a sus paisanos, sin mancharse las manos de sangre, ni dinero.
Y esos casi treinta años que separaban el
camión real del otro imaginario, los vivió en el silencio temeroso del vencido,
arrastrando además la culpa impuesta por el cinismo cruel, represivo y sostenido,
empeñado en cargarse de razón, bendecido por la siniestra cruz de una creencia
que -en su inocencia- mi abuela siguió pensando bondadosa.
Murió tan buena como había vivido, tan humilde,
tan llena de sonrisas para mí, jugando conmigo como si fuese igualmente una
cría… Pero, de vez en cuando, torturada por ese camión que amenazaba con
llevarme… hasta aquel cementerio donde fusilaron a mi abuelo.
Moisés
Cayetano Rosado
Fazes bem em lembrar! É preciso que a gente não esqueça.
ResponderEliminar