INAUGURACIÓN DE OBRAS PÚBLICAS Y FIGURONEO POLÍTICO
Moisés Cayetano Rosado
Leo en
las placas conmemorativas de la inauguración de obras públicas siempre la misma
cantinela: “Esta obra fue inaugurada por el Excmo. Sr. Presidente de… la
República (o el Rey), del Gobierno, de la Junta, de la Diputación, del Ayuntamiento
(o Câmara Municipal), etc.”.
Entonces
me vienen a la memoria los versos de Bertolt Brecht en su poema Preguntas de un obrero que lee:
¿Quién construyó Tebas, la de las Siete
Puertas?
En los libros figuran sólo los nombres de
reyes.
¿Acaso arrastraron ellos bloques de piedra?
Más adelante:
Y Babilonia, mil veces destruida, ¿quién la
volvió a levantar otras tantas?
El joven Alejandro conquistó la India. ¿Él
sólo?
César venció a los galos. ¿No llevaba
siquiera a un cocinero?
O finalmente:
Un triunfo en cada página. ¿Quién preparaba
los festines?
Un gran hombre cada diez años. ¿Quién pagaba
los gastos?
A tantas historias, tantas preguntas.
¿Será
que los distintos presidentes, alcaldes y otros gerifaltes se las compusieron
solos para hacer semejantes obras o que las sufragaron con su propio dinero
generosamente? ¿Será -si no- que como los reyes de Tebas, como los de
Babilonia, como el joven Alejandro o tantos triunfadores, figuran en las
leyendas habiéndose olvidado de las multitudes que arrastraron las piedras,
levantaron paredes, cocinaron durante las agotadoras actuaciones, pagaron los
platos rotos sin figurar con nombres y apellidos?
¿No
habéis visto esas ridículas imágines del gerifalte ataviado con casco de obrero
echando una palada de tierra en el hueco abierto para los cimientos? ¿O
colocando un ladrillo, con paleta y torpeza, y sonriendo?
¿Quién
prepara los festines? ¿Quién paga los gastos? Sin duda alguna, ese pueblo anónimo
y sufrido que está detrás de tanto “papagayo de pirata” que se nos sube al
hombro y se engrandece en su necio protagonismo personal.
Sin
embargo, paseando por las orillas del río Umia, entre su espléndido verdor, sus
cascadas, sus remansos de paz, he visto una placa en mármol sobre granito que
me llama poderosamente la atención: Esta
senda fue inaugurada por los vecinos y vecinas de Vilanova, Cambados y
Ribadumia con la colaboración de la Junta de Galicia, Diputación de Pontevedra
y Concejos en el marco del Plan de Regeneración del río Umia (traduzco al
castellano del original gallego), fechada el Día de la Constitución, a 6 de diciembre de 2011.
Por
fin algo acertado, sensato, justo, ajustado y necesario: reconocer el
protagonismo de los auténticos constructores, de los conquistadores, cocineros,
pagadores de la historia: el pueblo, la gente sencilla, vecinos y vecinas, a
los que las autoridades prestan amparo, apoyo, colaboración y no dan de codazos
para salir siempre reinando en las noticias, como si fueran señores de
vasallos, padrecitos y condescendientes protectores.
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