COMER CON BUCHE
Buche dispuesto para cocer |
Moisés Cayetano Rosado
Ahora, en tiempo de Cuaresma, comemos en muchos
pueblos de la Raia/Raya luso-española, el “buche”. Una mezcla de costillas,
orejas, lengua, rabo, tripas… de cerdo, que -condimentada con pimentón rojo- se
introduce en el buche del animal sacrificado; bien atada la tripa, se pone a
secar durante unos días.
Hay muchas formas de preparar este suculento,
nutritivo y bastante potente manjar. Muchos lo prefieren con coles, otros con
sopa de pan espeso, o con garbanzos…, pero a mí me gusta simplemente cocido,
sin otro aditamento, puesto en la olla tras quitar la piel envolvente, hasta
que se reblandece.
Una comida tan rotunda, propia de campesinos
que gastan abundantes energías en el duro trabajo de las faenas agro-ganaderas,
ligada a las matanzas familiares de esos tiempos que ya se nos escapan, exige
buen estómago y ganas de hacer ejercicio para librar después las calorías
acumuladas; al menos un largo paseo que nos libere en parte del colesterol…
Quesos/queijos; aceitunas/aceitunhas, de entrada. |
Lechuga/alface rizada; aceite, vinagre y sal. |
En esta raia/raya nuestra, tan sabia en tantas
cosas, y especialmente en materia culinaria, suele precederse la ingesta del
buche con unas entradas de queso (¡qué maravilla los pequeños queijos
alentejanos o los algo mayores extremeños, de oveja merina, bien curados!) y
aceitunas rajadas o machadas. Los bocados de carne se “suavizan” con alguna
verdura que refresque la garganta, preferiblemente lechuga/alface rizada, preparada
con aceite, vinagre y sal.
Pão alentejano |
Todo lo anterior se degusta mejor con un buen
pan espeso, rústico, de pueblo, hecho en horno de leña, a la manera antigua,
con una miga bien compacta y corteza resistente. Ese pan que se hacía en los
hornos familiares o comunales para toda la semana e impregnaba de aroma al
pueblo entero.
Sobremesa |
Para acabar, unos dulces de la tierra, donde no
falte en su composición la almendra, el huevo, harina de trigo, azúcar, y -a
poder ser- unas ameixas/ciruelas pasas acompañando el biscoito/bizcocho.
Bebidas da Raia/Raya |
Todo ello, claro, hay que “regarlo”. Vino tinto
de la Ribera del Guadiana, las Villuercas, o de la planicie alentejana,
contribuyen a que se “aclare” la garganta. Y para “deshacer” esa especie de bomba
a que el buche se parece, aguardiente/bagaço compartido con un café cargado
-uma bica- o una infusión de hierbas, um chá (yo lo prefiero de limón/limão).
Es curioso que este producto rayano sea tan
poco conocido a media que te apartas de la zona fronteriza. Y siempre resulta
un agradable hallazgo para aquellos que tienen la suerte de descubrir este
pequeño secreto campesino que en el territorio luso-español, tan herido de
luchas y de confrontaciones, supuso un punto de unión que bien merecería ser
conmemorado con fiestas populares y de hermanamiento.
Comer con buche. Convivencia alrededor de un
buche, con amigos, vecinos, compañeros, festejando la vida sencilla y tan rica
del territorio compartido en la frontera.
Moisés: ¿Me podrias indicar algun restaurante de la raia donde se pueda comer ese magnifico plato ?
ResponderEliminarGracias.
IANTT - Jesús
No lo sé. Yo lo comí una vez en uno de Bragança. Pero habitualmente compro el buche en una carnicería de mi pueblo (La Roca de la Sierra) y lo hacemos en casa.
ResponderEliminarMoisés.
Hola Moisés, qué casualidad que te encuentro porque una amiga de Arenas de San Pedro, ha compartido un relato tuyo, en Facebook, "CAÑONES CALCÁREOS EN SEGOVIA Y SORIA", y digo MOISÉS CAYETANO!! Lo conozco!! :)
EliminarMe alegro. No sé si el conocimiento es mutuo, al enviar el mensaje como "Anónimo"...
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