MARVÃO Y CASTELO DE VIDE
Marvão y
Castelo de Vide están en el mismo paralelo que Valencia de Alcántara. Y
casi equidistantes de la raya fronteriza: a un tiro de piedra, unos ocho
kilómetros de gran belleza, a través de la Serra de Marvão, de grandes
picachos cortados en vertical y con frondosa vegetación de auténtico, bien
preservado bosque mediterráneo. ¡Qué preciosos lugares para recorrer sin prisa,
andando, como lo harían en el Neolítico nuestros antecesores, que tantos restos
megalíticos -especialmente dólmenes- han dejado en la zona!
Es Marvão una
freguesía (http://es.wikipedia.org/wiki/Freguesia) que no llega a 500 habitantes, totalmente
fortificado, con doble amurallamiento: medieval y abaluartado moderno.
Situado en lo alto de una cima de 865 m., se accede a él por una carretera
serpenteante que nos va descubriendo desde lo alto un magnífico panorama: la
región plana de Castelo Branco al norte, vislumbrándose más allá la Serra da
Estrela, y la Serra de São Mamede al sur y sureste. En los
alrededores, la vegetación es densa, de grandes árboles y frondoso sotobosque.
Tras atravesar los grandes lienzos de muralla
del siglo XVII, entramos en una red de callejuelas en cuesta, de casas
blancas, balcones floridos, rejas forjadas, puertas góticas y ventanas
manuelinas, sin que falten capillas mínimas y plazoletas de árboles
centenarios, desde donde se abarca una hermosa panorámica de los alrededores
transfronterizos.
Más arriba está el amurallamiento medieval, con su castillo levantado a finales del siglo XIII,
coronando el picacho como nido de águila.
Subiendo a la torre del homenaje, descubriremos una de las vistas más
impresionantes de todo Portugal, y veremos la cercana Castelo de Vide, villa no
suficientemente valorada a pesar de su belleza, compleja y concentrada en una
red urbana relativamente pequeña.
Ciudad romana de Ammaia |
Antes de llegar a este alzamiento cuarcítico, viniendo
de Portalegre, podemos visitar la magnífica Cidade romana de Ammaia,
del siglo I, en la freguesía de São Salvador de Aramenha. Las excavaciones
arqueológica están dejando a la vista un yacimiento de enorme importancia
estratégica, económica, social… y singular belleza.
Castelo de Vide
también presenta doble fortificación: la medieval, con un amplio castillo del
siglo XII -que encierra varias callejuelas empedradas, de fachadas blancas,
tejados rojos y numerosos tiestos con flores- y la abaluartada -casi completa en su original traza, con sólido
fuerte en extremo contrario al castillo-, reforzando externamente la anterior.
Entrada a Castelo de Vide |
A los pies del cerro donde se alzan estas
fortificaciones está el barrio judío.
Pintoresco barrio de casas muy blancas y portadas góticas, en el que se
encuentra una Sinagoga y la fonte da Vila, amplia fuente
renacentista de granito, con agua fresquísima. Un poco más abajo, la Praça de Dom Pedro IV, muy espaciosa
y rodeada de monumentales construcciones de los siglos XVII y XVIII; los
restaurantes que hay en este lugar son estupendos, tanto para comer açordas,
ensopados, cocido alentejano o asado de cabrito y borrego, como para recrearse
con su repostería, sin olvidar los vinos densos de este Alto Alentejo.
No debemos marcharnos sin visitar su
cementerio, en la ladera, con vistas muy reconfortantes a un valle verde y
exuberante. Allí está enterrado uno de
los grandes héroes de la Revolução dos Cravos de 1974: el capitão Salguero
Maia. Su tumba, muy visitada, es un ejemplo de austeridad, romanticismo y
amor del pueblo sencillo hacia sus grandes hombres, llenos de entrega y
dignidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario