AUTENTICIDAD E
INTEGRIDAD EN EL PATRIMONIO FORTIFICADO. EL EJEMPLO DE VILA VIÇOSA.
Por Moisés
Cayetano Rosado
Conocida fundamentalmente por el Palacio Ducal
de los Bragança, Vila Viçosa posee un patrimonio urbano de corte renacentista
notable. A ello se une su tesoro artístico monumental palaciego (éste y otros
palacios, sus dependencias anexas y diversas casonas de la villa), eclesiástico
(iglesias, capillas, santuarios, ermitas, conventos) y militar (recinto
amurallado medieval, castillo del siglo XVI y tenaza del XVII-XVIII), además de
otras muchas joyas arquitectónicas y escultóricas, como sus fuentes, estatuas,
bustos, pelourinho… museos, archivos, etc.
Sin embargo, hay que llamar la atención por las
actuaciones negativas sobre su patrimonio, que por desgracia es una constante
en nuestra herencia histórico-artística y que en países con tantos valores
heredados con Italia, España y Portugal fueron especialmente agresivas durante
sus respectivas dictaduras.
Llevados por un afán “romántico medievalista”,
los “restauradores” de los tiempos de Oliveira
Salazar tuvieron actuaciones realmente despiadadas con la integridad y la
autenticidad de su legado histórico, de lo que hay muestras en todo el territorio
nacional, siendo Vila Viçosa un curioso ejemplo.
Vila Viçosa en la actualidad. |
Así, tenemos su Vila Velha, cercada en la
segunda mitad del siglo XIII y principios del XIV, pieza fundamental de defensa
del territorio rayano. En el inicio del siglo XVI, con la amenaza de las nuevas
armas que trae el avance de la pirobalística, se construye un castillo
artillado en lo alto de la colina del primitivo asentamiento, que es de lo más
novedoso en fortificaciones de la época y un ejemplo sin par en el territorio
metropolitano portugués, similar a lo que se estaba realizando en Ultramar.
Esta imponente mole defensiva posee un impresionante
foso excavado en roca viva; anchos paredones sobre planta cuadrada, con dos
torreones cilíndricos (encarando la dirección de España y el lateral este de la
villa, respectivamente), y tres órdenes de aberturas para cubrir desde el
interior los fosos, la media distancia y el campo abierto con piezas
artilleras. Con su implantación y uso, se realizan demoliciones significativas
en la cerca medieval, desapareciendo trozos de cortinas y puertas en la línea
de tiro de sus dos torreones, para facilitar la acción de los cañones.
Castillo artillado del sigol XVI. Vila Viçosa. |
Posteriormente, a raíz de la Guerra de
Restauração (1640-1668), se procede a envolver el castillo y la zona más
expuesta al ataque español (el semicírculo norte-este-sur) con refuerzos en
tenaza, así como destacados ángulos salientes de garitas y troneras, que serían
perfeccionados en los siglos posteriores.
Refuerzos abaluartados del siglo XVII. Vila Viçosa. |
Cuando todos estos elementos defensivos se
hacen innecesarios para la defensa, el conjunto queda como muestra evolutiva de
los sistemas de salvaguarda de la población, con tres hitos temporales
marcados: bajomedieval, renacentista y moderno, que hasta los años 30 del siglo
XX permitían una “lectura histórica” extraordinaria: defensa neurobalística; actuaciones
sobre esa cerca adaptándola a las necesidades de un castillo artillado,
equipado con cañones a varios niveles, y refuerzos fortificados de la Edad Moderna para
hacer frente a los avances de la pirobalística.
Porta "medieval"de Évora. Reinventada en los años 40 del siglo XX. Vila Viçosa. |
Sin embargo, el afán “medievalista” del salazarismo
forzó un cambio significativo en el conjunto, que es lo que ahora contemplamos:
los espacios de la cerca del medievo eliminados en el siglo XVI son
reinterpretados, colocándose puertas ojivales monumentales, torres cilíndricas
flanqueándolas y un remate almenado a lo largo de toda la muralla; además, se
eliminan parte de los refuerzos atenazados del siglo XVII y posteriores, para
realzar aún más la visión del “nuevo amurallamiento de la Edad Media”.
Por si fuera poco, el caserío de la villa extramuros
que cerraba hacia la fortificación la Praça da República, es arrasado para
prolongar dicha plaza, quedando diáfano todo el espacio hacia la nueva puerta
(de Évora) construida, dando una visión escenográfica tan espectacular como
falsa históricamente.
Se hurta así no solo la autenticidad del
conjunto monumental con estos añadidos de puertas y almenados, sino la
integridad del legado histórico monumental con la eliminación de atenazados y
salientes “a la moderna”.
Por cierto, que en la entrada de esa “medieval”
Porta de Évora (reconfigurada) se exhiben dos cañones de la Edad Moderna, que
corresponderían a las baterías de los refuerzos eliminados. Toda una mezcolanza
-hoy día además entorpecida por una vegetación invasora de alto porte- sintomática
de esas “malas prácticas” con nuestro patrimonio, cuyos ejemplos nos deben hacer
recapacitar para corregir en lo posible y no seguir cometiéndolos en el futuro.
Gracias Moisés por la aportación, no tenía ni idea aunque la visita a las ruinas del castillo , siempre me habían dejado un tanto perplejo, ahora se por qué.
ResponderEliminar